Estamos a punto de arrancar un torneo más dentro del fútbol mexicano, un torneo que será muy especial por varios aspectos, el primero de ellos gracias a la aparición y desaparición de franquicias mientras que la otra novedad será sin duda el cambio de nombre a la liga.
Hace un año la Primera División cambio su nombre para hacerse llamar Liga MX en donde se proponía una serie de modificaciones a favor del espectáculo y la calidad de los partidos. Durante el primer año de vida se tuvieron a los Xolos de Tijuana como campeones del Apertura 2012 y las Águilas del América como campeones del Clausura 2013, pero la irregularidad y los mismos vicios de siempre acompañaron a la Liga MX sin ningún cambio significativo.
Después de un año de vida y gestión de la “nueva liga”, el 15 de julio llegó el patrocinio del banco español BBVA Bancomer para patrocinar a la Liga MX, por lo que en los próximos tres años la primera división de México se llamará Liga Bancomer en donde dicho patrocinio también incluirá los torneos de fuerzas básicas Sub 20, Sub 17, Sub 15 y Sub 13, siendo en éstas dos últimas categorías donde deberá inyectarse el dinero proveniente del patrocinio.
A primera vista parece ser muy arriesgado por parte del banco español apostarle a un producto que ha sido sumamente golpeado en los últimos años pues el fútbol mexicano ha perdido mucho interés de la gente, y sobre todo, por la poca seriedad que se ha tenido en todos los niveles del balompié mexicano.
Y para muestra solo basta analizar como de un día para otro, plazas se han quedado sin equipo de fútbol, como se han manoseado las franquicias y donde siempre el más perjudicado resulta ser el aficionado. El último equipo que perdió la máxima categoría fueron los Gallos Blancos del Querétaro y su lugar sería ocupado por el equipo de los Reboceros de La Piedad; pero ni Querétaro se fue al descenso ni La Piedad estará en la primera división.
Para el arranque de ésta nueva Liga Bancomer el equipo que regresa a la primera división son los Tiburones Rojos del Veracruz quienes estarán tomando el lugar de La Piedad quien por cuestiones de no poder remodelar el estadio ni cumplir con los requisitos que exige la Liga MX se mudaron para el puerto jarocho. Por su parte Querétaro nunca pisó oficialmente el descenso y regresará tras comprar la franquicia de los Jaguares de Chiapas, mientras la franquicia del San Luis se mudará a Chiapas ya que no hubo un acuerdo entre la directiva y el gobierno estatal potosino.
Es así como la Liga Bancomer comienza a escribir su historia dentro de un legado que data desde 1943 cuando hace 70 años se creara la Liga Mayor para dar inicio con la profesionalización del fútbol mexicano, profesionalización que aún sigue quedando pendiente en muchos aspectos.
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